Ayudar a los niños a construir vínculos amistosos


Los niños necesitan de la guía y ayuda de los padres –o cuidadores primarios- para tener una infancia saludable. En este contexto cobra especial importancia el modo de relacionarse con sus pares y el entorno, entonces, es una de las funciones paternas la de sostener, acompañar, guiar, mostrar, transmitir y ayudar a los niños a crear vínculos afectivos con sus pares.

Partiendo de la base de que la amistad es uno de los pilares fundamentales de la vida de los seres humanos y que estas relaciones afectuosas ayudan a un desarrollo psicosocial saludable, ya que somos seres sociales por naturaleza y con necesidades de relación, es muy importante brindarle a los niños las herramientas necesarias para lograr establecer lazos afectivos duraderos y genuinos.

En la infancia, los niños tienden a imitar los modos de accionar de los padres o cuidadores primarios, éstos son sus referentes para todo, son quienes ellos desean ser, sus ideales de personas, entonces la función de acompañar y compartir de los adultos es primordial para armar las bases afectivas de los niños. Por ello resulta fundamental que aquellas personas que cumplan el rol de figuras paternas, puedan lograr transmitir a los niños la importancia de las relaciones amistosas, como base del buen desarrollo emocional afectivo de los seres humanos.

Hay que tener en cuenta que dependiendo de la edad de los niños y las distintas etapas evolutivas de su crecimiento, cada uno irá adquiriendo distintas herramientas cognitivas y emocionales propios de ese período vital, para relacionarse con otros y armar vínculos afectivos. Es necesario que el entorno en que los niños estén inmersos les brinde seguridad, confianza y fortalezca su autoestima y autoconcepto para que de este modo ellos puedan lograr establecer vínculos saludables con los otros. Las funciones parentales entonces tienen que basarse en brindar lo mejor de sí para lograr que el ámbito de los niños sea confortable, tranquilo, seguro lo que le proporcionará a los niños.

Es importante:
Acompañarlos. En su recorrido de nuevas experiencias y satisfaciendo sus necesidades básicas y naturales.
Sostenerlos. Todo el tiempo esta función de sostén es fundamental, ya que transmite seguridad y confianza en los niños, y pueden relacionarse con el entorno de manera saludable.
Guiarlos. Ser sostén guía de los niños especialmente durante la primera infancia, mostrándoles el camino adecuado para establecer y fortalecer los vínculos establecidos.
Alentarlos. A generar nuevas relaciones y establecer nuevos grupos de pertenencia.
Estimularlos. A realizar actividades y desarrollar intereses propios.

La manera de relacionarse que tienen los niños se aprende en la casa, en la escuela y en la familia en general. Entonces, un buen ejemplo para ellos es la constante presencia de los cuidadores primarios para acompañarlos en este recorrido de vida, teniendo en cuenta que en la primera infancia especialmente, los niños necesitan absolutamente de otro responsable que lo sostenga, lo guíe, acompañe y descifre lo que cree beneficioso para el niño. Todo esto enmarcado en la naturaleza e instintos de los padres en relación a esto, ya que no existe “el” manual que puede enseñarnos a los padres cómo realizar esta tarea, sin embargo, si uno actúa desde sus creencias y pensando en beneficiar a nuestros hijos, el resultado es maravilloso y sorprendente.


Lic. Rosina Duarte

Coordinadora del Primer Programa Argentino de Formación en Primera Infancia y Crianza

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